¿CÓMO CERTIFICARSE?

¿Qué certificamos?

La certificación Welfair™ basada en Welfare Quality y AWIN®, ha sido desarrollada para certificar el bienestar animal en granjas, superficies de producción y mataderos, siempre por encima de los requerimientos legales. De este modo, se realiza un doble control sobre el que ya hace la autoridad competente (veterinarios oficiales) para asegurar que no hay ningún incumplimiento legal en las instalaciones evaluadas. El cumplimiento de la legalidad se establece como pre-requisito para poder acceder a una puntuación y no como parte de la puntuación. A los ganaderos de países con legislación menos exigente que la de la Unión Europea se les exige como pre-requisito para poderse certificar el cumplimiento de los mismos requerimientos a los que están sometidos los de la UE.

¿Cómo lo hacemos?

Los ganaderos que desean certificarse según el sello Welfair™ de Bienestar Animal se someten a una auditoria por parte de una entidad de certificación. Esta entidad de certificación debe tener a los auditores formados según establece la Welfare Quality Network y la AWIN® Network, las redes de centros de investigación de la UE que vela por la integridad de los protocolos Welfare Quality y AWIN®. El IRTA, miembro de la Welfare Quality Network, se encarga de supervisar el correcto funcionamiento de las empresas de certificación en colaboración con NEIKER, miembro de la AWIN® Network.

La certificación conlleva la inspección y supervisión periódica a las granjas y mataderos. Las auditorias varían ya que los criterios que se aplican son específicos y únicos para cada especie o producto. Cada auditoria evalúa los 4 principios y 12 criterios con medidas específicas para cada especie. Solo los centros que obtienen la puntuación mínima en los puntos analizados obtienen la certificación.

El informe final de evaluación que obtiene el centro no solo indica la puntuación final conseguida, que permitirá a la granja o matadero pasar la evaluación, sino que también permite al ganadero identificar los puntos críticos identificados, de forma que le sirve como herramienta para aplicar mejoras en sus instalaciones y manejo de los animales.

En el caso de las empresas que cuentan con diversas explotaciones, se hace un análisis aleatorio mediante una raíz cuadrada del total y una vez al año se auditan las correspondientes. También se exigen una serie de autocontroles internos que formaran parte de la evaluación.

En los centros que ya han obtenido el certificado, se llevan a cabo revisiones periódicas aleatorias para garantizar el cumplimiento.